10.15h
Un
hombre con ojos rasgados, sin duda extranjero de allende los mares, intenta
fotografiarnos con su iphone, con gestos furtivos, como luciría una persona
privada parcial o totalmente de juicio. El vigilante, como de costumbre,
dormita en la esquina. Finalmente, lo consigue, justo en el momento en que la
enana cabezona guiña el ojo al objetivo y yo rezo para que la fotografía no
tenga suficiente resolución.
11.20h
“Como
podéis ver, el artista resolvió con gran destreza …” Odio las visitas escolares. “… gracias al gran dominio que
tenía del color y a la facilidad que poseía para caracterizar a los personajes …”
Son lo peor, mofándose de la infanta y de sus acompañantes.
13.45h
Una
muchacha, ataviada con una boina calada de lado y con ropas poco menos que
indecorosas, toma notas en una hoja apoyada en su carpeta, mientras nos mira arrugando
su frente y estirando el brazo, haciendo ángulo recto con los dedos índice y
pulgar de su mano derecha. Es en mí en quien fija su mirada. Contengo a duras
penas un rubor creciente que se agolpa en mis mejillas.
16.00h
Siesta.
Con los años he desarrollado una útil e inverosímil habilidad para dormir de
pie, con los ojos abiertos, pincel y paleta en mano.
19.55h
Cinco
minutos para el cierre. Al fin podré tomar asiento. Es de lo más agotadora,
esta postura. Y por si fuera poco, sus majestades observándome continuamente (vigilándome,
por más que Doña Margarita me tache de paranoico). Aunque lo más grave, al
observar cada día el fruto de mi trabajo, es que con todas estas idas y
venidas, me es del todo imposible conseguir un trazo firme y continuo. Por más
que lo intento, y ya van unos cuantos siglos, me salen todos ellos movidos.
Molt bo!
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